sábado, 21 de abril de 2007

¿Quién es Billy Shears?

Muchos cerebros siguen combustionando en su afán por desentrañar el misterio sobre quién es realmente the one and only Billy Shears. Lo digo porque, a cuarenta años del lanzamiento del Sergeant Pepper’s Lonely Hearts Club Band (abril de 1967), millones de beatlemaníacos en todo el mundo continúan aún tras el rastro de este personaje tan tarareado pero de origen incierto; preguntándose, cual si fuera el eslabón pedido, si existió en carne y hueso, si fue un personaje ficticio o, a lo mejor, se trató de un mensaje cifrado que los Fab Four enviaron al mundo para dar a conocer, en su particular estilo, que algo grande había pasado con ellos.

Una de las tantas versiones controvertidas acerca de la existencia de Billy Shears tiene que ver con otra discusión mucho más enrevesada y disparatada (pero comercialmente eficaz), como es la supuesta muerte de Paul McCartney, -según dicen- meses antes de iniciarse las grabaciones del Sergeant Pepper’s (noviembre de 1996), en un terrible accidente automovilístico, del cual quedó completamente desfigurado e irreconocible.

Como es de suponer, tras la inesperada desaparición de Paul, la pena invadió a los otros beatles, pero lejos de publicitar su congoja ante sus millones de fans, siguieron los consejos de su casa discográfica -que dicho sea de paso, tenía mucho que perder con un beatle menos- y decidieron ocultar y maquillar el asunto, organizando un entretenidísimo concurso para encontrar al doble de Paul. Según cuentan, un tal William Campell, hasta ese momento un ilustre desconocido que laboraba en la policía canadiense, ganó el certamen por su extraordinario parecido con Paul. Pero aquí viene lo más insólito (e inexplicable): Campbell, el ganador, no sólo era idéntico físicamente a Paul, sino también (o maravillosa coincidencia) cantaba como Paul, tocaba el bajo como Paul y, cáiganse, componía silly love songs como Paul.

Lo curioso, según los entendidos más suspicaces, es que el resultado del concurso de marras nunca se hizo público, por lo que el nombre de Campbell se mantuvo en el anonimato por largo tiempo hasta que los sucesivos hallazgos que perseverantes beatlemaníacos fueron encontrando en las letras de las canciones de los Beatles, lo hicieron salir de su escondite para alimentar más y más la leyenda negra que perdura hasta el día de hoy sobre la supuesta muerte de McCartney.

El único y auténtico Billy Shears
Uno de esos hallazgos que demostraría la hipótesis acerca de la muerte de Paul se encontraría en el primer surco del Sergeant Peeper’s. La primera canción, homónima del nombre del LP, es considerada como la presentación en sociedad de William Campbell, aunque oculto bajo el seudónimo de Billy Shears. ¿Cómo así? Acudamos a la misma letra de la canción que dice: so let me introduce to you, the one and only Billy Shears (así que déjame presentarte, al único y auténtico Billy Shears). Bastaría con un elemental análisis para saber que Billy, al ser apócope de William, es en realidad Campbell, aunque eso no probaría nada y dejaría todo en el aire. El asunto espinoso viene luego con el apellido Shears, cuya pronunciación es similar al inglés here (aquí), por lo que, jugando con las palabras nos topamos con la siguiente construcción: Billy’s here o Billy está aquí o William está aquí (y llegó para quedarse). ¿Loco no? Demasiado bueno para ser verdad.

Pero ahí no acaba todo. Muchos han percibido que la segunda canción del Sergeant Pepper’s (With a little help from my friends), es una especie de himno de agradecimiento y esperanza para un futuro mejor del tal William Campbell, en la cual éste solicita una ayudita de sus amigos (John, George y Ringo), para ejercer su rol de Paul con éxito y encajar en el engranaje de la maquinaria musical beatlesca que, en esa época, se tornaba imparable.

Ringo Shears
Otra explicación, más terrenal y creíble si se quiere, sobre Billy Shears surge otra vez del mismo Paul (el vivo, no el muerto) al terminar de definir la idea conceptual del Sergeant Pepper’s como un disco que rompería esquemas y borraría con lo hecho hasta el momento por el grupo. Su idea, además, era que los Beatles adoptaran una nueva identidad -metafóricamente hablando, por supuesto- en la Banda de los Corazones Solitarios, como una forma de desprenderse de la imagen de niños bonitos y formales con los que eran identificados hasta ese momento.

Como toda agrupación necesita de un líder, la Banda de los Corazones Solitarios eligió a un personaje ficticio, Billy Shears, para que sea su director de orquesta. Mimetizados ya en esta banda, Lennon y McCartney pusieron entonces su inspiración en ristre y armaron la canción que daría nombre al disco, pero con un final pletórico de aplausos y con sus voces en coro presentando a Biiiillyyy Sheeeaaars!!, dando paso inmediato a la voz de Ringo Starr interpretando With a little help from my friends, por lo que se deduce que Billy Shears, en realidad, fue creado para ser encarnado por el talentoso e infravalorado Ringo.

jueves, 19 de abril de 2007

Una “rata” muy humana y sabia


El siempre desaliñado pero archiquerido (sobre todo en Africa) Bob Geldof, aquel de la voz plañidera de los “Boomtown rats”, antihéroe protagonista del film “The Wall” y precursor de los Live Aid, se ha propuesto ahora, a sus casi 53 años de edad, elaborar una especie de “mapa gigante de la humanidad”; ambiciosísimo proyecto que estará contenido en una base de datos multimedia, online y, lo mejor de todo, de acceso gratuito.

¿En qué consiste esta nueva y genial locura de Geldof? Nada menos que en el llamado Diccionario del Hombre, nacido de la mente prolífica de este casi candidato a Premio Nobel de la Paz (1985), que consistirá en un registro completo de la historia de la humanidad, en la cual estarán presentes los hechos más destacados del mundo, así como la diversidad de los seres humanos que habitamos este roído planeta.

Para emprender este titánico proyecto, el fundador del Live Aid se ha asociado con la cadena británica BBC, cuyos directivos calificaron la iniciativa como “un proyecto antropológico sin precedentes”, que buscará integrar en un solo sitio infinidad de películas, fotografías e historias ligadas a la antropología, filosofía, teología, economía y las artes.

Pero no se piense que esta idea se mantiene aún encerrada en las cuatro paredes del cerebro de Bob. El mismo, en persona, acaba de presentarlo en la feria comercial de productos audiovisuales y digitales MIPTV/MILIA, en Londres, Inglaterra. “Supongo que en cierta manera también estamos construyendo el album familiar de fotos familiar del mundo” sostuvo.

El siempre afanoso Geldof afirmó que dentro de seis meses los cibernautas ya podremos tener acceso a una parte de esa grandiosa información en forma gratuita, aunque -aclaró- no será posible escaparnos de la, muchas veces, nongrata publicidad, que ayudará a mantener con vida el proyecto.

Tiembla Wikipedia, que ya viene una nueva versión de la Enciclopedia Británica al ritmo de “I don’t like mondays”.
Fuente: Agencias, Clarín de Argentina
Foto: BBC

miércoles, 18 de abril de 2007

Back to the present

Aquí estoy, de vuelta al presente, luego de una breve estancia por parajes pretéritos, sin computadora ni internet. Confieso que no tener estas dos cosas, aunque por corto tiempo, me provocó un síndrome de abstinencia que afectó ligeramente mis cabales. Imagínense: llegar a la casa por las noches y no poder sentarse frente a la PC para volar por los confines del cyberspace, porque la pobre se encontraba internada en la UCI de un cirujano informático, es realmente frustrante. Sin embargo, pese a la desazón, el breve periodo de ausencia me hizo pensar de que también es bueno darse un saltito mental por el pasado, de vez en cuando. Entonces la vida era un poquito más tranquila que ahora, sin la más mínima idea de lo que significaba la realidad virtual, con tus cuatro estaciones de televisión abierta que te ayudaban a conocer el mundo y tu máquina de escribir Olivetti (de tu viejo, por supuesto); alejado del estrés que significa hoy tener que trabajar para pagar las cuentas mensuales del cable o el speedy, y sin vivir la desagradable experiencia de levantarte una mañana de esas y encontrar a tu CPU sin pulso. En fin, ya que el retiro momentáneo sirvió para recargar las baterías, en unos cuantos días renovaremos la página con nuevas y mejores notas, en donde, como siempre, hablaremos de aquellos que en su momento produjeron el mejor rock de todos los tiempos.