jueves, 29 de abril de 2010

Sharona mía


En 1978, a sus florecientes 17 años, la guapa Sharona Alperin empezaba a lamer el sabor agridulce de la independencia como vendedora en una tienda de ropa en Los Angeles, California. En ese lugar donde nunca pasaba nada y en medio de ese bosque de atuendos de diversas tallas y colores, jamás imaginó que una tarde inesperada su vida daría un vuelco de 180 grados.

Cuenta la historia que Doug Fieger, en ese entonces un desconocido cantante de una banda bautizada con algo de soberbia como The Knack, entró a esa tienda para matar el tiempo y como quien no quiere la cosa. Al encontrarse frente a la generosa humanidad de la señorita Alperin, el músico se quedó turulato por tan impactante belleza que combinaba a la perfección candor con salvajismo. De ahí en adelante, los días y noches de Fieger se tiñeron del color ébano del cabello de Sharona, ante lo cual se hizo una promesa de no parar hasta conquistarla. Al principio, ella se hizo la desentendida y frente a las reiteradas propuestas amorosas de Doug emitía un silencio repelente y desviaba su miraba hacia otros confines. En la agenda de la joven no figuraba la idea de ligar con alguien a tan breve edad.

En vista de la encendida pasión de Doug por poseer a Sharona, le pidió a su compañero de la banda, Berton Averre, que le ayudara a componer una canción que hipnotizara a la musa de sus sueños. Y así, entre rasgueosde guitarra y “da-da-dás” de medianoche, nació ese pegajoso e inolvidable fraseo al que Doug sumó inspirada letra y su potente voz. En el instante preciso en que la canción quedó terminada se dio inicio a la leyenda de The Knack. El single “My Sharona” se convirtió en un megahit ese año 1979 y, lo mejor de todo, contribuyó con remecer los cimientos de la reinante música Disco. Con tamaños argumentos, la guapa Sharona cayó finalmente rendida ante el talento poético-musical de Fieger y decidió marcharse con él, dejando abandonado a su novio.

Desafortunadamente, el romance entre ambos duró solamente tres años, casi el mismo tiempo en que The Knack se mantuvo encaramado en el pico más alto de la fama. Después de “My Sharona” al grupo no le fue nada bien y, en medio de discusiones y conflictos internos, acabó por disolverse sin haber pergeñado otro hit de similar genialidad. Alguna vez Doug expresó que se enorgullecía de que The Knack haya quedado inmortalizado como una banda “One Hit Wonder”.

El 2009, el talentoso Doug Fieger dejó este mundo a consecuencia de un cáncer cerebral. Por su parte, los años post-The Knack de Sharona Alperin tuvieron más luces que sombras, ya que se convirtió en una reconocida agente inmobiliaria en su natal Los Angeles. Al parecer, la hoy señora Alperin no se duerme en sus laureles y sabe sacar partido de la fama y fortuna que la rodeó en su juventud, pues a través de su página web publicita por todo lo alto su negocio empleando el himno que la hizo popular en todo el planeta.

Pero esa es otra historia. Lo único que cuenta es que “My Sharona” sigue siendo el nombre de una mujer hecho canción que, alguna vez, desató una fiebre musical y que hoy, a pesar de los años transcurridos, muchos seguimos disfrutando.



martes, 27 de abril de 2010

sábado, 24 de abril de 2010

Cruce de géneros

Disco Queen (Pain of salvation)
Alguna vez un gurú del metal dijo que pretender juntar la brutalidad sonora del heavy con los gimoteos repetitivos y pegadizos del ritmo disco equivalía a cruzar a un caballo con una gallina. Tanta crudeza no bastó para la banda sueca de rock progresivo, Pain of salvation, demostrara que hasta los más agresivos y duros añoran en algún momento de sus vidas haber recalado en el Studio 54, celebérrimo templo de la música disco en los setentas.




Detect myself (Superior)
Este experimento, diriamos "asantanado" (por su fusión latina a lo Carlitos Santana) empieza con un saxo orgásmico que parece extraído del sountrack de una pela de James Bond, para luego transitar deshinibidamente por los jirones del dance y la salsa (sobre todo en los minutos 3:40 y 5:01). Eso sí, la música nunca deja de circundar por la ancha avenida del metal. La banda Superior proviene de Kaiserlautern y muchos la consideran el Dream Theater germano.




viernes, 23 de abril de 2010

Arquitecto en Espiral (Black Sabbath)



“Cielos en espiral. Naves de plata sobre océanos plasmáticos disfrazados”. Parte de la letra de esta alucinante canción que forma parte del álbum Sabbath Bloody Sabbath, de 1973. El autor de esta pieza magistral, mezcla de rock duro de melodía narcotizante con finos añadidos psicodélicos y progresivos, fue el bajista de la banda Geeze Butler. Según él, la compuso inspirado por los agujeros en la piel provocados por los inyectables cargados de sustancias químicas.

Cuentan que para grabar este epónimo álbum los integrantes de la banda se encontraban tan duramente imbuidos en sus adicciones a las drogas, que tuvieron que recluirse en un lejano castillo en Gales en busca de tranquilidad e inspiración (o quizás para que ningún mortal interrumpiera sus “vuelos”). El arquitecto del título podría ser dios, aunque en el estado en el que se hallaban cabe la posibilidad de que se refiera a cada uno de ellos como arquitectos de su propia espiral de ADN.

miércoles, 14 de abril de 2010

"DOBLE 9 NO SE VENDE"

En el caso de la posible venta de Radio Doble 9 a Corporación Universal vienen circulando en el ambiente muchos rumores de que dicha operación ya se concretó, a pesar de que hace dos semanas el señor Manuel Sanguinetti emitió un comunicado, vía el diario El Comercio, negando rotundamente que se haya realizado o se realice siquiera dicha venta.

Para aclarar el panorama que a muchos fanáticos de la radio nos mantiene en la nebulosa, me contacté vía e-mail con el gerente de ventas de la radio rock en Lima, a fin de que me informara si es que en verdad dichos rumores de venta eran ciertos, recibiendo como respuesta la siguiente y contundente frase:


"DOBLE 9 NO SE VENDE"


Como quiera que soy asiduo oyente de la radio rock en Lima desde hace más de 25 años, esta frase me llenó de alivió y tranquilidad, porque eso significa que voy a seguir disfrutando de su extraordinaria programación. Sin embargo, mientras no haya un nuevo pronunciamiento oficial y público al respecto, aún no podremos cantar victoria y conocer a ciencia cierta si nuestra querida radio seguirá deleitándonos con su música o si finalmente pasará a otras manos.

Los fieles seguidores de Doble 9 esperamos que esto último no se concrete.


martes, 13 de abril de 2010

Las número 1 del ranking de Radio Doble 9

Ahora que casi casi se ha confirmado la venta de Radio Doble 9 a Corporación Universal (propietaria de Radio La Karibeña (ex Radio A), La Kalle (ex Radio Zeta Rock & Pop) y Revelación (ex R 700)), comparto con ustedes un lista de 26 canciones que, desde 1984 hasta 2009, encabezaron la lista de las siempre esperadas 99 de la radio rock en Lima.

Este ranking se emitía cada víspera de Año Nuevo y, si mal no recuerdo, hasta bien entrados los noventa también se incluía la lista de los mejores spots comerciales elaborados en las salas de grabación de radio. Recuerdo mucho, por ejemplo, los del “Loco Busem”, "OP", Galerías Persia y aquellos en los que se oía la graciosa voz del "chapu". Casi todos eran un cague de risa y un verdadero desafío a la creatividad.

Disfruten entonces con estas canciones y si quieren derramen unas lágrimas con el recuerdo de una radio que marcará época en la radiofonía nacional. Es probable que su destino sea propalar cumbia, reggaeton, rock en español o los sempiternos y repetitivos hits ochenteros, porque por estos días el rock alternativo, el indie, el grunge, el nu metal y otras corrientes no son negocio, según predican los nuevos amos de la FM en Lima.

Hasta siempre 99.1. Siempre perdurarás en nuestras mentes como aquel espectro musical con el que crecimos
y pusimos en ristre nuestra rebeldía frente a la agresión musical perpetrada por otras radios que un día cambiaron de rumbo musical por cuestión de negocios o masividad, principios a los que tú nunca te doblegaste.


1984: John Waite - Missing You






1986: Chris De Burgh - Lady in Red













1989: Roy Orbison - You Got It



1990: Black Crowes - Hard to Handle



1991: R.E.M. - Shiny Happy People



1992: Spin Doctors - Two Princes




1993: 4 Non Blondes - What's Up



1994: The Cranberries - Zombie



1995: Silverchair - Tomorrow



1996: Dishwalla - Counting Blue Cars





1997: Third Eye Blind - Semi-Charmed Life













2000: Incubus - Pardon Me




2001: Linkin Park - In the End




2002: Trust Company - Downfall



2003: The White Stripes - Seven Nation Army



2004: Muse - Time is Running Out



2005: Death Cab for Cutie - Soul Meets Body



2006: The Killers - When You Were Young



2007: The Killers - Read my Mind



2008: The Killers - Human




2009: Silversun Pickups - Panic Switch


sábado, 10 de abril de 2010

Mi mascota es un monstruo

Dicen que con el tiempo los perros se terminan pareciendo a sus dueños y la mayoría de veces se los echan al hombro o mejor dicho al lomo. Lo mismo sucede con algunas bandas que acaban sucumbiendo ante la figura empática de su fetiche y la convierten en una especie de talismán de la buena suerte.

Por ejemplo, nadie duda de la fuerza arrolladora de Iron Maiden pero ¿acaso sus shows serían tan rabiosamente esperados sin la aparición de Eddie The Head? Otra: ¿Las tapas de los discos de Megadeth serían tan catastróficamente espectaculares sin el protagonismo de Vic Rattlehead? Una más: ¿The Misfits tendría la misma recordación y millonaria cantidad de fans y antifans en el mundo sin el impulso multimediático de Fiend Skull? Difícil saberlo a estas alturas, pero fácil de imaginarlo.

Aquí van algunas historias mínimas sobre esas “monstritos” que no sólo se han convertido en objeto de culto de fanáticos, sino también de gente que en su vida ha escuchado música de algunos de estos grupos; simplemente, en plan de poseros, los lucen y muestran con orgullo en polos, tatuajes y pines. Quizás en forma inconsciente, estén tratando de rescatar ese oxígeno de rebeldía que los años y el peso han ido extinguiendo. Como dice un slogan: la imagen lo es (casi) todo.


Vic Rattlehead (Megadeth)


Criatura concebida como fruto de una rara simbiosis entre neuronas algo tostadas, bebidas espirituosas y hierbas de todos los colores absorbidas por Mustaine. La sacó de su cabeza justo en una época en la que soñaba con vengarse de Metallica por la ignominia de haberlo expulsado de sus filas.

El acta de nacimiento de este esqueleto torturado, figura emblemática de la aniquilación social y política del mundo, parece escrita por Hannibal Lecter y se encuentra en la letra del The Skull Beneath the Skin: “Preparen el cuero cabelludo del paciente para desplegarlo, el metal tapa sus oídos, no escuchará lo que decimos, sólido visor de acero, remachado sobre sus ojos, grapas de hierro cruzan sus mandíbulas, así nadie oye sus gritos”.

Este 2010, nuestro escalofriante pero entrañable Vic cumple su primer cuarto de siglo de existencia, habiéndose convertido en objeto de adoración por parte de los millones de devotos de Megadeth en el mundo.


Snaggletooth (Motorhead)


Entrañable engendro, retoño del genial y autoproclamado bastardo Joe Petagno, amigo personal de Lemmy y artista de envidiable trayectoria en el diseño de carátulas y símbolos para bandas y solistas del rock. Esta alucinante efigie capaz de cortarte la vista con sus filosos colmillos apareció en la portada del primer álbum homónimo de la banda, en 1977. Según el propio Pentagno surgió gracias a una pesadilla que tuvo en el que vio el resultado del incesto entre un gorila, un lobo y un perro con una indefensa calavera. ¡Gulp!

Por esa época, algunos lo consideraban una imagen demasiado hardcore debido a su crudeza, por lo que al principio se dudo de que fuera a tener aceptación y provocara alguna maldita censura. Que tal embarrada hubieran perpetrado si decidían no lanzarla, más aún cuando la fiereza de Snaggletooth ha de haber inspirado al creador de El Depredador debido a su extraordinaria similitud.

En setiembre de 2007, Pentagno mandó literalmente al diablo a Singerman Entertaiment, empresa que maneja los restos de Motorhead, y anunció que ya no haría los diseños de la banda. ¿Qué más se puede decir tras la disolución de este pacto de sangre entre Lemmy y Pentagno? Simplemente que aparte de haber logrado explotar los cerebros de adictos headbangers por más de treinta años con su potente música, Motorhead le debe en parte su larga vida y éxito a su mascota Snaggletooth, y a Pentagno, por supuesto.


Eddie The Head (Iron Maiden)


Sin temor a equivocarme, Eddie debe ser uno de los personajes más populares y carismáticos de toda la historia del rock. Su portentosa y santificada presencia en el escenario genera tanto fervor que es capaz de poner de rodillas y hacer besar el suelo al incrédulo más radical de la Tierra.

Eddie tiene la cara de uno de sus padres, Dave Beasley, ingeniero de luces de la doncella desde sus épocas más remotas; mientras que el cuerpo lo adquirió de su otro progenitor, Derek Riggs, quien finalmente aprovechó para poner su granito de arena en el perfeccionamiento del rostro del agraciado muñeco. Como fuente de inspiración, Riggs tomó la imagen de una antigua propaganda empleada en la guerra de Vietnam en donde aparece una cabeza carbonizada de un soldado junto a un tanque.

Eddie padece de múltiple personalidad: ha sido paciente psiquiátrico, momia, aviador de la Segunda Guerra Mundial, cyborg futurista y muchas otras, algunos con mayor o menor calidad, pero nunca faltó en ninguna portada de Iron Maiden.


Not Man (Anthrax)


Tiene aspecto de suegro que desea ver al yerno enterrado en una fosa, de comerciante estafador nacido en el medio oriente y venido a menos, de tío oligofrénico de Mario Bross, de vetusto comercializador de drogas de un solar de Barrios Altos, de inquilino perpetuo de un pabellón psiquiátrico de máxima seguridad.

Personalmente, a mi no me gusta nada, pero de eso se trata el bussiness de Anthrax ¿no?: zurrarse en lo que digan fans y detractores, ellos siguen haciendo la música que les da la gana, no en vano llevan casi 30 años de demoledora vigencia. En tiempos en que el álbum I am the Man vio la luz, Scott y su mancha quisieron autoparodiarse y crearon esta antipática cabeza que, según cuenta la leyenda, Scott encontró dibujada en un afiche de una tienda de discos. Dicen que los chicos de Anthrax pagaron los respectivos derechos de autor, pero por si acaso, no le digan nada a Armando Massé.


Fiend Skull (The Misfits)


Íconos del punk americano y precursores del horror punk. Aparte de su frenético guitarreo, su accidentada historia plagada de conflictos y sus muchas “resurrecciones”, buena parte de su popularidad se debe al impacto generado por su símbolo: el pálido y huesudo Fiend Skull. Ataviado en su túnica y capucha, Fiend se ha convertido en un verdadero fenómeno de masas en el mundo entero. Es impresionante la cantidad de veces que Fiend ha aparecido en producciones de cine y televisión. Sus fans no son necesariamente fans de The Misfits y por eso entre sus muchos seguidores se cuentan a artistas, deportistas, actores y hasta los poseros de siempre que en su puta vida han escuchado un disco de la banda.

Muy suelto de huesos Jerry Only, vocalista y miembro original de The Misfits desde su génesis, dice respecto a Fiend Skull: “Si Fiend ha trascendido en todos estos años es prueba de que todos tenemos una especie de adoración por el arte del horror y la muerte”. Y no le falta razón. Qué viva el morbo.


Pumpkin Head (Helloween)


En los arranques de los ochentas, Kai Hansen y Piet Sielck se juntaron con Ingo Schwichtenberg y Markus Grosskopf, estos últimos provenientes de la banda Traunschiff. Luego Piet se alejó y lo reemplazó Michael Weikath, y como Kai no podía tocar y cantar al mismo tiempo, intentaron reclutar a Ralf Scheepers, pero este dijo “nicht”. Un buen día apareció Michael Kiske y dijo “Ich will singen” (quiero cantar). El resto de la banda, después de escucharlo, respondió:
Du bist ein guter Sänger, ihr seid die gewählten (cantas bien, eres el elegido). Juntos, entonces, grabaron muy buenos discos, pero en 1987 lanzaron el álbum Keeper of the seven keys part I, considerado el polvo fundacional de lo que se conocería en adelante como Power Metal. Luego vino el Keeper of the seven keys part II y esta vez los teutones llegaron al clímax de su carrera pues se convirtieron en ídolos en Estados Unidos y en el resto del planeta. ¿Y la calabaza Pumpkin Head?...ah, sí, me olvidaba: fue idea de Kai.

Continuará…