domingo, 25 de mayo de 2008

Pesadilla de una noche de invierno

En una de esas tantas noches en las que caí víctima del insomnio, en lugar de recurrir al clásico método de contar ovejitas, no pude evitar que se aglomeraran en mi mente ideas delirantes sobre cómo sería mi muerte. La pregunta saltaba en mi cabeza una y otra vez sin que pudiera hacer algo.

En determinado momento, sentí una terrible angustia de que esas posibilidades fueran a concretarse en un cercano plazo. Intenté por todos los medios purgarlas de mi mente, pero fue inútil. Al parecer, mis neuronas habían planeado una insurrección y gobernaban con insanía y a su antojo mis pensamientos. Al notar que era imposible encontrar sosiego, tiré la toalla y, con resignación, me dispuse a pasar la peor noche de mi vida.

Al poco rato, casi de la nada, se me ocurrió combatir la angustia viendo el lado amable a este impulso tanático involuntario. ¿Cómo así? Pues en lugar de solo centrarme en las diversas formas de decir adiós a este mundo, se me ocurrió ponerle letra y música a cada una de ellas. Tras varios intentos de listar los temas, no hallé nada rescatable. Perdido y con la ilusión extinguida, casi al borde de las tres de la madrugada no se me ocurrió más idea que encomendarme a Tánatos (dios de la muerte) y a la eternamente animada Euterpe (diosa de la música y las artes), con la finalidad de que interpusieran sus divinas sabidurías en mi beneficio.

A ambos les pedí consejos sobre qué canción o canciones serían las más apropiadas como cortina musical a mi partida definitiva. Di por sentado que ambos conocían de música, y en especial de rock, así que confié ciegamente en su buen juicio. Luego de haberles enviado el mensaje, me quedé tendido en la cama, con la mirada clavada en el techo en medio de la oscuridad, esperando ansiosamente sus respuestas.

Como buenos dioses, Tánatos y Euterpe se tomaron su tiempo, pero al final, casi a golpe de cinco de la mañana recibí su atenta contestación; la misma que a continuación detallo:

“Estimado Eagle: te somos sinceros al decirte que no es frecuente recibir este tipo de solicitud y menos a una hora tan inapropiada. Está bien que seamos dioses, pero también merecemos descansar y recobrar energías para las duras jornadas que a diario tenemos que cumplir para que tus congéneres intenten vivir sin mayores preocupaciones. Sin embargo, creemos que tu consulta –disparatada y chiflada para nuestro gusto- encaja en la lista de nuestros deberes y obligaciones para con ustedes”.

“Nos cuentas que andas medio peleado con el dios Morfeo y que en tu cabeza ha estallado una revolución que ha tomado el mando de tus pensamientos ipso facto. No te preocupes, que esto suele sucederle a mucha gente de tu edad y condición con bastante frecuencia. Lo mejor que has podido hacer es buscar ayuda para hallar el lado menos truculento a este asunto. Ni bien recibí tu mensaje, me comuniqué con Tánatos y, juntos, empezamos a cavilar para responder a tus requerimientos y complacerte al máximo. A continuación, algunas de nuestras humildes sugerencias:”

“Si alguna vez te encuentras postrado en la cama de un hospital, conectado a varios tubos y con tus pulsaciones por los suelos, en espera de un milagro que te permita seguir entre los mortales; entonces, alguien que haya leído este post, previamente, debe instalar un minicomponente que toque las siguientes canciones:

In a Gadda da Vida (Iron Butterfly): “aguzará tus sentidos y te armará de valor para emprender el largo y perpetuo vuelo cósmico hacia destinos ignotos”.

Destiny (Stratovarius): “sencillamente, porque desde que venimos a este mundo, todo está escrito, y nada ni nadie puede cambiar nuestro derrotero”.

In the Court of King Crimson (King Crimson): “¿Conoces a alguien que no se haya atragantado de la aflicción y melancolía al escuchar el riff principal de esta canción? Esta melodía provocará mares e inundaciones de lágrimas alrededor de tu lecho”.


I’m goin’ home (Ten Years After): “En medio de la incertidumbre, no caería mal un poco de optimismo. Quién sabe, a lo mejor, la estremecedora guitarra de Alvin Lee obra un milagro y te saca del estado de coma”.

Fear of the dark (Iron Maiden) y The Dark side of the moon (Pink Floyd): “Esto no significa que tras haber dejado este mundo, tu alma quedará flotando en medio de las tinieblas. La gruta ciega será una escala temporal hacia una luz brillante que, sin duda, dará lugar a una nueva versión tuya, pero mejorada”.

“De igual manera, dado que gustas de viajar -aunque últimamente te hayas inclinado por el sedentarismo-, entonces lo más probable es que encuentres la muerte sentado en un ómnibus, avión o tren. En cualquiera de estos casos, al encontrar los peritos tu cadáver y tus pertenencias, la pantalla de tu Ipod podría aparecer con las siguientes lecturas:

Stairway to heaven (Led Zeppelin): “qué mejor que un clásico para reservar un espacio en el cielo, aunque el tema no tenga nada que ver con la muerte. Sin embargo, corres el riesgo de que tu subconsciente capte la letra de este tema al revés y, sin querer, acabes con tus restos en una ardiente butaca en el infierno”.

Crazy train (Ozzy Osbourne): “sabemos que tu tren de vida no es tan descarriado y extravagante como la de Ozzy; pero por ser esta canción una de tus favoritas, al menos podríamos asociarla al hecho de que fue una “loca carrera” la culpable de tu deceso. Algo más: si mueres te encontrarás con el gran Randy Roads y su fascinante guitarra, adonde quieran que estén.

Another brick in the wall (Pink Floyd): “un homenaje a tu paso por la Tierra: conseguistealgunas cosas que te propusiste, otras no. Pero en líneas generales, el balance es positivo. El muro que has legado a tus herederas mide tan alto como te lo propusiste”.

“Otra posibilidad es de que mueras fusilado. Claro que tendría que ser en algún país asiático o africano, porque en el tuyo la pena de muerte está abolida y en Estados Unidos la inyección letal es el castigo máximo. Para esta ocasión, pide al encargado del pelotón que te permita escuchar, por última vez, White Rabbit (Jefferson Airplane). Sabemos que esta canción tiene poco que ver con balas o guerra; solo la escogemos porque te fascina y, además, porque su crescendo de redobles le pondría tensión y suspenso a los disparos de los rifles. Tu musa, Grace Slick, con su gélido aliento, ni bien acabe de entonar el “feed your heaaaad” daría perfecto pie a la ráfaga que perforará tu humanidad”.

“Puede ser, asimismo, que un día de estos, te encuentres caminando por la calle y que a una bala perdida se le ocurra ponerse a buen recaudo en el interior de uno de tus órganos vitales. Para esa eventualidad, tu lenta y dolorosa agonía, mirando al cielo y rodeado de paramédicos, podría quedar encuadrada con Too old to rock and roll, too young to die (Jethro Tull). Amalgama de rock progresivo, folk y blues con fuertes pinceladas barrocas y renacentistas, la desgarradora cadencia de esta canción provoca el despertar de sensaciones sombrías que todos alguna vez experimentamos en nuestras vidas.”

“Por último. Si algún día decides acabar con tu vida y recurres a la autotortura te recomendamos el The Final Countdown, de Europe. ¿Por qué razón? Pues porque en tu vida habías escuchado un disco de rock (¿?) tan monótono, artificial y meloso. En eso estamos de acuerdo contigo. Y pensar que Wiki le da categoría de hard rock a este grupete gestado en algún casting para modelos de ropa de cuero. Increíble. Flaco favor le hizo al rock sueco esta ilustre partida de monigotes oxigenados”.

“Estas son algunas alternativas. Quedan otras por dilucidar pero te las daremos a conocer en tu siguiente ataque de insomnio y delirio. Buena suerte y de ti depende que te aguardemos en algún lugar de la dimensión desconocida. Tuyos por siempre. Tánatos y Euterpe”.

Esa fue la respuesta de los dioses. Después de este ejercicio mental involuntario, ahora deseo menos traspasar la frontera que separa la vida de la muerte. De vez en cuando sufrimos de inevitables ideas trasnochadas a los que hay que encarar con alguna ingeniosa o disparatada (si se quiere) estratagema.

Como conclusión a todo esto, es que tengo muchas ganas de disfrutar de estos y otros clásicos del rock en vida, porque hay todavía mucho camino por recorrer y recitales a los cuales asistir. Ya habrá tiempo de encontrarme con Hendrix, Jones, Moon, Joplin, Cobain, Lennon y otros ídolos eternos, pero ojalá que pase mucho tiempo para que ello ocurra (espero).

Ahora, siendo ya las 6 a.m., siento que mis párpados se cierran. Gracias a Tánatos y Euterpe me han dado ganas de dormir y también de escuchar la cautivante Dream # 9, del gran John. Buenos días.

2 comentarios:

bego dijo...

si de escuchar algo antes de morir se trata, pues de tu selección, estimado eagle, me quedo con 3: "white rabbit" de los jefferson airplane, "dark side of moon" de pink floyd y el excelente tema de king crimson.

en cuanto a lo que yo escucharía, aunque censures este comentario por algunos de sus temas "excesivamente britpop" para tu gusto, ahí va:

-"the more you ignore, the closer i get" - morrissey

-"please, please, let me get what i want" - the smiths

-"music is power" - richard ashcroft

-"to the end" - blur

-"el hijo del capitán trueno" - miguel bosé (je, je, no te rías)

-"the great beyond" - r.e.m.

-"human" - pretenders

-"all i want is you" - u2

-"pure" - the lightning seeds

y como el mundo se acaba el 2012 (según el calendario maya) mejor hay que aprovechar para escuchar de todo :-)

Mike Mantilla dijo...

Bego:
Aquí no hay censura ni nada que se le parezca.

Además, no tengo nada contra el britpop, al contrario soy un adepto más a este movimiento.

Sin embargo, en el caso de Miguel Bosé estariamos hablando del Brito-pop...jejeje

Fuera de bromas, aunque no sea seguidor de Bosé tu elección es legítima por tratarse de un artista que se ha engrandecido con los años, a pesar de que ya esté a punto de jubilarse. Vale.

un beso

Eagle