miércoles, 10 de junio de 2009

KATUNGA Y YACO

El texto del perfil de este blog tiene cariz biográfico: A los siete años de edad escuché por primera vez una canción de rock: Hotel California, de The Eagles. En ese momento, mi vida cambió.

Demasiado contundente, ¿no? Es que estaba convencido de que así era. Y digo era porque hasta hace poco pensaba que este clásico de 1976 había sido el responsable único de mi pasión enfermiza por ese ritmo trepidante que es el rock & roll. Pero no. la verdad monda y lironda resultó siendo distinta. Me acabo de enterar.


En primer lugar, no fue a los siete años cuando el rock entró a mi vida. Fue a los cinco. ¿Qué cómo es posible que recuerde eso con tanta claridad? Fácil, porque este nuevo apunte no lo tenía yo, sino mi madre, la autora de mis días. En efecto, hace unos días, mientras ella navegaba por la web buscando portales conteniendo las nuevas tendencias en cuanto a peinados y maquillaje (ella es cosmetóloga), de casualidad se topó con este blog. La verdad no me explico cómo mamá llegó a mi bitácora a partir de su repaso por páginas de belleza y estilo. Pero bueno, sigamos.

Días después de su hallazgo, en pleno almuerzo me dijo que lo primero que le llamó la atención fue que en lugar de mi foto estuviera la imagen adusta del águila, la cual la dejó algo pasmada. Y es que después de tantos años recién se enteraba de que su hijo admiraba a “un ave tan altanera que vuela alto para beber el viento”, como diría el poeta Zorrilla.

Pero luego me lanzó una flor de hierro candente: hijo, eso de que la primera canción de rock que escuchaste fue Hotel California no es verdad.

Al escuchar su voz firme y convincente, mi proceso de masticación y engullimiento sufrió una leve alteración: no supe si tragar o botar la comida por la inesperada novedad.

Mi silencio postrero le otorgó a mi mamá la oportunidad para seguir explayándose y continuar con su versión de los hechos:

- La primera canción de rock que escuchaste fue Mirá para arriba, mirá para abajo, de Katunga, ¿te acuerdas?”.
- ¿Qué?
- Claro, cuando te traía a la casa del Jardín lo primero que me pedías, antes de que te sirviera tu almuerzo, era que te pusiera el 45 de Katunga en el viejo tocadiscos.
- ¿Cómo?
- Sí, sí. Si no me crees, pregúntale a tu padre, él no me dejará mentir.
- No, no. Te creo mamá. Lo que sucede es que siempre pensé que la primera había sido Hotel California y que la había escuchado en el radio a transistores Cougar que mi tío Hernán me obsequió a los siete años.


Y enseguida se mandó con otra pepita que me supo a joda:

- Pues no. A ti te gustó la música desde muy pequeño. A los 3 y 4 años adorabas las canciones de Yaco Monti, pero, sobre todo, te encantaba bailar, a diferencia de hoy que no mueves un solo cabello y te pones a tomar cuando vas a fiestas.
- ¿Yaco Monti?
- Claro,
Vanidad era tu favorita y te gustaba oírla una y otra vez, hasta que el disco se rayó y tuvimos que comprarte otro.
- ¡Plop!

Intenté en vano aclararle a mi madre que Katunga no era precisamente un grupo de rock; bueno, en parte sí, porque sus integrantes tenían raíces rockanroleras y provenían de grupos como La Joven Guardia, Los Walkers, Piel Tierna, entre los muchos que sonaron en Argentina en los años sesenta y setenta. Algunos decían que Katunga cultivaba una especie de afrorock; otros los tildaban como ahijados de Santana, aunque no lo creo así por sus canciones son más pachangueras y muchísimo menos ácidas que las de Carlitos. Eso sí, para una gran mayoría, su música estaba catalogada dentro del género de lo inclasificable. En fin, pese a las definiciones e indefiniciones, no se puede negar que Katunga causó furor en su época.

¿O sea que ahora resulta que mi alma rockera se encendió por obra y gracia de este grupo argentino? Para serles sinceros, no me hace mucha gracia el asunto, así haya sucedido como producto de una cosa de niños. Ahora que ha pasado el tiempo, mis gustos están bastante alejados de esa canción. Dice en parte de su letra: “Veras el camino que Dios te ha marcado de amor y trabajo”. No sé, imagino que hoy sería considerada una canción de autoayuda o reflexión, digna de cantarse en liturgias, cursos de motivación para vendedores o como parte de terapias de grupos de rehabilitación de alcohol y drogas (dicho esto con todo respeto, claro está); pero entiendo que en su tiempo, su letra y sobre todo su tonada fiestera y melodía pegajosa resultaban incitantes y rayaban en las parrandas de todas las edades y sectores sociales.

A pesar de conocer la verdad seguiré fiel a mi espíritu insurrecto y continuaré encerrado en mis principios rockeros (algunos me dirán encasillado), por lo que no cambiaré el texto del perfil de este blog. Hotel California es y seguirá siendo para mí la rola que me hizo ver la vida de distinta manera.



4 comentarios:

Underperu dijo...

Jaja, Katunga grupo argentino creo, escuché algunos temas suyos, como que hacían musica "latin fusión", si se le puede llamar así...

saludos

Mike Mantilla dijo...

Hola Underperurock:
En este caso vale el calificativo de latin fusión que le das a Katunga, aunque sus otras canciones contienen ingredientes rítmicos bastante variados. Buena tu página.

saludos

Javier Lishner dijo...

Muy interesante, Eagle. Me agrada la idea de que haya sido tu madre la que, de primera fuente por cierto, te haya aclarado el asunto.

No sé si allá, pero aquí, yo creo que con tantas veces que tocan "Hotel California", ya te hubieras rebautizado. O por lo menos, cambiado de nombre al hotel.

"Vanidad", gran éxito setentero. Katunga, popular banda de la época. Pídele que te cuente más de la época. Eso es historia.

Un abrazo,

JL

Mike Mantilla dijo...

Jeje..sigo en mis trece y rehuso rebautizarme (además, soy agnóstico).
En breve responderé a tu preguntita del millón estimado Javier.


Slds