viernes, 20 de noviembre de 2009

Carl Perkins y sus amigos


Como precursor del rockabilly, ese subgénero del rock que hizo mover el culo al mundo en los años cincuenta, Carl Perkins solía bailar como un psicópata sobre su guitarra sin alterar una sola nota de cada canción. Natural de Tennessee, este hijo de un humilde granjero se ganó a pulso el apelativo de “Rey del Rockabilly”. No era para menos, además de fecundar clásicos perpetuos como “Blue suede shoes” (su obra maestra), impulsó -casi sin querer queriendo- las carreras de famosos como Elvis Presley, The Beatles, Johnny Cash, entre muchos otros, quienes incrementaron su fama y fortuna al interpretar con sapiencia composiciones de Perkins, mientras éste se recuperaba de los magullones producto de un inoportuno accidente que lo sacó, en mejor momento, del circuito del show business. La vida es cruel a veces.

En 1985, y tras un periodo oscurantista del rockabilly en los sesentas y setentas, Carl, fiel a su casta rebelde y cansado de que se le recuerde por ser "el autor de la canción que canta Elvis", fue en búsqueda de su vieja guitarra para reverdecer viejos triunfos. Ese año apareció ante millones de telespectadores en un especial que hoy se considera material de culto: Carl Perkins and Friends: A Rockabilly Session. En él aparecen verdaderos "monstruos" de la talla de George Harrison, Eric Clapton, Ringo Starr, Dave Edmunds, Lee Rocker y Slim Jim Pathom (ambos de Stray Cats), Rosanne Cash (hija del gran Johnny), el primogénito de Perkins, Greg, y otros invitados. Todos ellos, de alguna manera, estuvieron allí para agradecer y rendir homenaje al "padre" que les inculcó toda esa pasión irrefrenable por el rock & roll que desplegaron a lo largo de sus carreras.

A continuación, los mejores fragmentos de ese extraordinario -e inédito para mí- concierto que merece verse y escucharse hasta que salga humo de los oídos y, si puedes, bailando hasta que tus "tabas" de gamuza azul desaparezcan.

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