10 portadas de discos que sacaron roncha

Las carátulas que presentamos a continuación pusieron los pelos de punta a padres de familia, grupos religiosos y sectores conservadores que pidieron su inmediata censura. Estas portadas se zurraron en lo "políticamente correcto" para dar una patada en los huevos al universo musical que, de vez en cuando, se embrutece con el  pop hueco y sin sentido de estrellitas prefabricadas en las canteras de las multinacionales. A algunos les cayó el peso de la prohibición y no les quedó más remedio que cambiarlas, otros, en cambio, salieron indemnes y se mostraron abiertamente en las vitrinas ante la algarabía que aquellos que amamos la libertad. Total, al margen de diseños que pueden generar controversia y provocar ataques de "shock" masivo, se trata solamente de música...solo música.

CARCASS: "REEK OF PUTREFACTION" (1988)

SCORPIONS: "LOVE AT FIRST STING" (1984)

SCORPIONS: "LOVEDRIVE" (1979)

W.A.S.P.: "ANIMAL (FUCK LIKE A BEAST)" (1983

GUNS N' ROSES: "APPETITE FOR DESTRUCTION" (1987)

JANE'S ADDICTION: "NOTHING'S SHOCKING" (1988)

MARILYN MANSON: "HOLY WOOD (IN THE VALLEY OF THE SHADOW OF DEATH" (2000)

JANE'S ADDICTION: "RITUAL DE LO HABITUAL" (1990)

SCORPIONS: "VIRGIN KILLER" (1976)

TOOL: "UNDERTOW" (1993)

Robert Plant en Lima...¿Led Zeppelin?...ya veremos

Dos grandes anuncios sobresaltaron a las masas rockeras del país el pasado jueves. Muy temprano, las redes sociales estallaron por la noticia de la primera visita a Lima de la mítica voz de Led Zeppelin, el sexagenario pero aún vigente Robert Plant. Más tarde, al mediodía, se confirmaba el cartel de bandas que el Festival Planeta Terra traerá a la capital el próximo 13 de octubre. Dos avisos de conciertos con estrellas de esa magnitud en un solo día, en un país austero y tan proclive al pesimismo como el nuestro, resulta casi insólito y difícil de creer al inicio.

Como este blog apunta de preferencia a aquellos amantes y seguidores del rock clásico de la primera mitad de los 80 para atrás, nos ocuparemos entonces del show de Robert Plant en Lima, y de la lógica euforia que ha desatado entre los adictos a temas como "Black Dog", "Inmigrant Song", "The Rain Song", entre otros.

Me considero un admirador de la música e historia de Led Zeppelin y, en especial, de los trucos de magia que realizaba Jimmy Page con su guitarra, por esa razón, aplaudo la iniciativa de los empresarios que han vaciado sus billeteras para traer a un verdadero "rock star", considerado nada menos como una de las voces más influyentes de la historia del rock and roll.

Dicho esto, habría que aclarar que el Robert Plant de hoy

difiere en gran escala de los sueños que tienen muchos de ver en vivo a Led Zeppelin. Tanto con su grupo anterior, Band of Joy, como con el actual, The Sensational Space Shifters, el veterano cantante funge de director de una orquesta compuesta por curtidos y experimentados músicos que a lo largo del show despliegan una alfombra de temas arropados por géneros como el folk, el blues y el country, con leves matices rockeros. El mismo Plant definió la inspiración de su actual banda como "música de raíces de Mississippi, los Apalaches, Gambia, Bristol y las estribaciones de Wolverhampton".

De la explosión rockera con la que se está promocionando su show en Lima -con imágenes extraídas de su aventura setentera al lado de Page, Bonham y Jones-, no queda mucho, aunque como recurso de marketing y atracción resulta legítimo.

Me gusta el viraje que ha dado Plant en su carrera musical. Creo que el camino que sigue desde hace algunos años va de acuerdo al rigor de la edad, el trajín vocal que siempre pasa factura, sus creencias y un afán para que valoren su obra solista y llamar la atención con algo distinto a Zeppelin. 

Si bien hoy su voz es moderada aunque conserva esa ronquera tan característica de él, espero que Lima sepa entender su música y al final los asistentes a su concierto no se caigan de narices de la frustración por no haber sentido la misma electricidad y dinamita que Plant junto a Page desplegaba en los escenarios en la década del 70. Si quieren romperse los oídos con Zeppelin, vayan a Polvos Azules y compren los DVD del "How the West Was Won" o "The Song Remains The Same" o descarguen sus videos de YouTube, que hay a montones.

¡Ah!...por si acaso, para todos aquellos que acudan al concierto solamente para escuchar el clásico "Stairway to Heaven", les tengo una mala noticia: Plant no la canta hace muchísimos años, tal como se demuestra en sus setlist de los últimos años.

Para terminar los dejo con un video del concierto que dio Plant junto a su actual banda en Londres, el 12 de julio pasado, y que ha sido digitalizado y comercializado con el nombre de “7/12/12 HMV Forum, London, GB”. 

Disfrútenlo, tal cual lo hice yo...y nos vemos el 9 de octubre.

"Who's Next": del caos paralizador al esplendor creativo

"Who's Next" estaba predestinado a no nacer o en todo caso a ser considerado poco menos que una catástrofe. Esa era la opinión de todos los que estaban detrás del proyecto: los propios integrantes de la banda, técnicos, sonidistas, agentes y demás involucrados. Y es que superar o al menos igualar al disco predecesor -la ópera rock "Tommy"- resultaría una empresa bastante difícil cuando no imposible de realizar...casi una hazaña, decían.  

Originariamente, el guitarrista y cabeza del grupo, Pete Townshend, imaginó a "Who's Next" como banda sonora de una película titulada "Lifehouse". El problema es que las ideas "geniales" de Pete para el guión del film resultaban harto complicadas de hacer realidad y sumamente confusas para el resto del grupo. Otro factor que complotó fue el cománager del grupo, Kit Lambert; un errático adicto la heroína que hizo todo los posible para sabotear las sesiones de grabación del disco en Nueva York y quien de alguna manera ocasionó que el dinero destinado a la producción del largometraje no pudiera materializarse.

Pero aún había una salida. Townshend, bastante mortificado por la situación, decidió tomar el toro por las astas y solicitó los servicios del productor Glyn Johns para que mezclara las cintas grabadas hasta ese momento. Johns se puso manos a la obra con ganas de rescatar al grupo del desbarajuste y en unas cuantas sesiones ayudó a concebir una pieza titulada "Won't Get Fooled Again", que hizo que los otros integrantes del grupo dejaran atrás el aturdimiento y decidieran empezar a trabajar desde cero.

El 31 de julio de 1971, cuando "Who's Next" terminó de grabarse parecía una versión fragmentaria de "Lifehouse". La mitad de las canciones estaban cortadas y los temas fueron ordenados siguiendo un sentido estético y no narrativo. El producto final era música brillante tocada por cuatro músicos en su época de mayor esplendor. El rock atronador y majestuoso representado por "Baba O' Riley" y "Bargain", las bellas y elegantes baladas "Getting in tune" y "Love Ain't for Keeping", la aventura vocal de Entwistle con su "My Wife" o la inspiradora melodía épica de "Behind Blue Eyes", son solo un pequeña muestra de ello. Había nacido uno de los mejores álbumes de la historia del rock and roll.