"Who's Next": del caos paralizador al esplendor creativo

"Who's Next" estaba predestinado a no nacer o en todo caso a ser considerado poco menos que una catástrofe. Esa era la opinión de todos los que estaban detrás del proyecto: los propios integrantes de la banda, técnicos, sonidistas, agentes y demás involucrados. Y es que superar o al menos igualar al disco predecesor -la ópera rock "Tommy"- resultaría una empresa bastante difícil cuando no imposible de realizar...casi una hazaña, decían.  

Originariamente, el guitarrista y cabeza del grupo, Pete Townshend, imaginó a "Who's Next" como banda sonora de una película titulada "Lifehouse". El problema es que las ideas "geniales" de Pete para el guión del film resultaban harto complicadas de hacer realidad y sumamente confusas para el resto del grupo. Otro factor que complotó fue el cománager del grupo, Kit Lambert; un errático adicto la heroína que hizo todo los posible para sabotear las sesiones de grabación del disco en Nueva York y quien de alguna manera ocasionó que el dinero destinado a la producción del largometraje no pudiera materializarse.

Pero aún había una salida. Townshend, bastante mortificado por la situación, decidió tomar el toro por las astas y solicitó los servicios del productor Glyn Johns para que mezclara las cintas grabadas hasta ese momento. Johns se puso manos a la obra con ganas de rescatar al grupo del desbarajuste y en unas cuantas sesiones ayudó a concebir una pieza titulada "Won't Get Fooled Again", que hizo que los otros integrantes del grupo dejaran atrás el aturdimiento y decidieran empezar a trabajar desde cero.

El 31 de julio de 1971, cuando "Who's Next" terminó de grabarse parecía una versión fragmentaria de "Lifehouse". La mitad de las canciones estaban cortadas y los temas fueron ordenados siguiendo un sentido estético y no narrativo. El producto final era música brillante tocada por cuatro músicos en su época de mayor esplendor. El rock atronador y majestuoso representado por "Baba O' Riley" y "Bargain", las bellas y elegantes baladas "Getting in tune" y "Love Ain't for Keeping", la aventura vocal de Entwistle con su "My Wife" o la inspiradora melodía épica de "Behind Blue Eyes", son solo un pequeña muestra de ello. Había nacido uno de los mejores álbumes de la historia del rock and roll.